viernes, 4 de marzo de 2011

Fuego Amigo (microcuento)

La bala, en la sien, procedía de un M16 atrincherado en un fortín, en teoría, de los nuestros. Mi padre ha yacido muerto más de dos días asesinado por un tal Fuego Amigo. Me gustaría romperle las piernas.
Aunque hace horas que recibimos la noticia, mi madre sigue inmóvil, con el auricular en la oreja y el consuelo en la mano; una carta escrita en un idioma, el inglés, que ni siquiera conoce.
Al fin un movimiento. No alcanzo a contar cuantos números marca. Parecen demasiados. Pero no dice nada, sólo se oye a su interlocutor a través del teléfono:
- ¿Hello?... ¿Marta?... Lo hice.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es dificil mantener un blog en esas condiciones hay que vencer a la pereza.