lunes, 11 de agosto de 2008

Crónico-críticas

La Voz de Cádiz (11 de agosto de 2008)
Chico Ocaña (Baluarte de la Candelaria)

ALEGRÍA CON SAL (Y PIMIENTA)


“Sois lo mejor de Cádiz, porque viendo la oferta, habéis preferido esto”. Ni mejor ni peor. Diferente. Como el propio Chico Ocaña, que con un bagaje de veinte años de profesión, ha construido, “palito a palito”, ese estilo tan particular y característico, el archinombrado “flamenco billy”, y a pesar de los eventos con los que coincida (algunos gratis), consigue reunir un buen número de incondicionales. Un cuarto de millar aproximadamente el pasado sábado en el Baluarte.
“Me ha llamado Miguel Bosé para decirme que espere a que termine su concierto, que quiere venir a verme. Yo le he dicho que aquí hay gente a la que no voy hacer esperar”. Así, con cincuenta minutos de retraso, abrió el espectáculo. Después, el cante: Arena en el reloj, seguido del emotivo CCC (Cáncer, Carretera y Corazón), dedicado a una sobrina que pereció en un accidente de tráfico, Marbella la bella, Mentiras de verdad, Pez de acuario, El Chiringuito, “una bulería por soleá o soleá por bulería”, según se mire, Alegrías sin sal, Vía Verde, tema estrenado en primicia, Esquina rincón, De calle, Efervescente y Con los 30 metros (“a los que tienen hipoteca…lo siento mucho”). El pequeño de los Ocaña (de los Ocaña de San Roque), estuvo en todo momento muy bien arropado por su banda, a los que reconoció como corresponsables de su último trabajo; “Este disco no hubiera sido posible sin Chemi López a la guitarra, Sergi al bajo, Jonny a la percusión, y Antonio `El Remendao´ a la guitarra rítmica”.
Doce temas, un repertorio que, aunque resulte suficiente para tratar la actualidad del último año en su peculiar periódico cantado llamado Canciones de mesacamilla, se queda corto en los recitales, de modo que las ganas del respetable de seguir disfrutando de ese estilo flamenco tan personal del exlider de los Mártires del Compás, le obliga a repetir temas en los bises. Consciente de ello, Chico trata de ralentizar el concierto con numerosos monólogos improvisados intercalados entre las canciones, como siempre, sin cortarse un pelo, y que añade una peculiaridad más a las actuaciones de este gaditano afincado en Sevilla.
Y así, entre rumbas, sevillanas, bulerías y alegrías, al estilo “billy” por supuesto, como papel de fumar, se quemó un inolvidable ratito en la noche gaditana.
“Ha sido un placer. Lo más parecido a follar. De verdad”, se despidió.


La Voz de Cádiz (21 de julio de 2008)
XII Festival La Isla Blues
Kool, Lance López Band y Tito & Tarantula

DEL TITI TWISTER AL BALUARTE

Quién piense que Lance López es como Hendrix, se equivoca. Puede que este chico llegue algún día a alcanzar el rango de legendario (no al punto de Hendrix, claro está), pero para ello, Lance Lopez, sólo ha de ser como Lance Lopez. Lo que demostró sin duda el pasado sábado en el Baluarte de la Candelaria, en el XII Festival La Isla Blues, es que estamos ante un auténtico virtuoso de la guitarra. Y compartía cartel nada menos que con Tito & Tarántula.
La cita comenzó a las diez de la noche con la actuación de los teloneros, Kool, sin duda la banda más modesta del programa que, a pesar de su corta historia, se mostró sólida en el escenario. De su actuación destacó, especialmente, la voz de Verónica Díaz y la pureza del rock que interpretaron.
Tras un leve descanso, le llegó el turno a Lance Lopez Band. Saltaron a las tablas Tony Valdez (bajo), Cody Norman (Batería) y el tal Lopez (guitarra y voz) a la cabeza. Es increíble como pueden armar tanto ruido tres tíos solos. El grupo desplegó, al particular estilo tejano, todo un repertorio repleto del rock más clásico, blues y funk (sus influencias le delatan: Albert King, Bb King, Freddie King, Chuck Berry, Elvis, Ray Charles, Jimi Hendrix, Eric Clapton y un largo etcétera). Interpretaron, entre otras: El paso sugar, Drinkin´ my blues o Kool Iron Bed. Lance Lopez, alma máter, dejó boquiabierto al respetable con su depurada técnica para “aporrear” la Stratocaster, su velocidad endiablada (“no parece que tenga dedos, parece un muñón”, comentaba uno de los asistentes) y la energía que transmitió durante toda la actuación. Consiguió entusiasmar al público con sus largas improvisaciones, dándole mil y una vueltas al concepto de punteo, incluso utilizando su propia lengua como púa. Y es que después su larga trayectoria abriendo conciertos para leyendas aún vivas como B.B.King, Jeff Beck y Steve Vai, se advirtió un guitarrista que pide paso para subir a la palestra junto con los mejores.
El plato fuerte de la jornada llegó con la aparición de aquellos siniestros mariachis que tocaban al son que le marcaba el contoneo de las caderas de Salma Hayek, la gran Satánica Pandemonium, estrella de aquél nada bizarro cementerio de camioneros que solo la mente de Robert Rodríguez pudo imaginar: Tito & Tarántula conectaron con el público desde el principio; sin duda, el conocimiento del idioma por parte de Tito Larriva, cantante, guitarrista y líder de la banda, facilitó mucho las cosas, incluso algunas voluntarias y voluntarios, llegaron a compartir escenario con él durante la interpretación de After Dark, tema que todos esperaban, - “bueno, esta es una canción que todos seguro que conocéis” – comentó Tito antes de que sonaran sus primeros acordes.
Sin embargo, no estamos hablando de un músico efímero que vivió sus minutos de gloria a raíz de sus trabajos para la gran pantalla, Abierto hasta el amanecer o Desperado por citar los más relevantes, sino todo lo contrario. Se trata de un compositor e interprete de dilatada carrera que ha pasado, siempre con éxito, por diferentes estilos musicales, lo cual hace que sus directos brillen a gran altura, y el sábado, en Cádiz, dio buena fe de ello.
Sin duda, además del ya mencionado After Dark, los temas que más hicieron vibrar al respetable, muy participativo en todo momento, fueron Angry cockroaches, canción que también forma parte de la banda sonora del mismo film de Rodríguez, y que “enchampelaron” con La cucaracha (ya no puede caminar, ¿recuerdan?) y el clásico de Richy Valens La bamba, que interpretaron en el único bis con que obsequiaron al público.


A falta de Hayek

El resto de la banda, formado por Alfredo Ortiz (guitarra), Steven Hufsteter (batería) y Caroline Lucy La Loca Rippy (a falta de Hayek, y salvando las distancias, enormes distancias, La Loca dio todo un recital de contoneo detrás del bajo), no desentonó en absoluto dentro de ese oscuro y tenebrista estilo de Tito.
Sin duda alguna, en la noche del pasado sábado en Cádiz, Tito & Tarántula, dieron muestras suficientes de porque son considerados una de las mejores bandas de rock fronterizo de la actualidad.
Al final más de cuatro horas de estupendo funk, blues del bueno y rock del mejor, que dejaron al personal que asistió con un buen sabor de boca y con ganas de seguir escuchando el sonido distorsionado de las guitarras bien tocadas.